viernes, 6 de agosto de 2010

SUPERVISIÓN, MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO, SIGNIFICA LO MISMO?


1.   SUPERVISIÓN  EDUCATIVA


Muchos son los estudiosos de esta especialidad y diversos son los conceptos que tienen acerca de la supervisión educativa. Por nuestra parte, podemos afirmar que la supervisión educativa es un servicio técnico de orientación y asesoramiento instituido para optimizar el funcionamiento de las organizaciones educativas centrado en el mejoramiento de los procesos de aprendizaje, el desenvolvimiento profesional de los docentes, y el ofrecimiento de oportuna y consistente información para una acertada toma de decisiones. Sobre estos tres pilares conceptuales se debe construir, a nuestro juicio, la supervisión educativa.
La supervisión educativa es también un sistema, pues cuenta con objetivos, características, técnicas e instrumentos. Tiene por objeto mejorar las condiciones técnico-pedagógicas y técnico-administrativas en las que se desarrolla la educación nacional.
ENFOQUE MODERNO Y SISTÉMICO DE LA SUPERVISIÓN
Según el enfoque moderno y sistémico, la supervisión se realiza tanto  en las dimensiones macro como micro educativo, en los cuales debe impactar positivamente para lograr los objetivos educacionales, posibilitar el perfeccionamiento del sistema educativo y aportar al cambio social del país.
 

CARACTERÍSTICAS DE LA SUPERVISIÓN:
a.            Permanente e integral, en cuanto atiende de modo continuo y armónico los aspectos del proceso educativo;
b.            Sistemática, en su manera de ser administrada;
c.            Flexible, en cuanto a las formas en que se ofrece, sus exigencias y su adaptación a la realidad local;
d.            Motivadora de ideas y acciones que impulsan y hacen efectivos los procesos pedagógicos y de gestión; y
e.            Proyectiva a través de una evaluación que ayuda a crear nuevas y mejores estrategias y técnicas de enseñanza-aprendizaje.

 OBJETIVOS DE LA SUPERVISIÓN EDUCATIVA:
a.            Contribuir a la formación integral del educando;
b.            Asegurar que el servicio educativo responda en calidad y eficiencia a las exigencias de la comunidad y a los intereses nacionales;
c.            Apoyar y estimular el trabajo del docente y su rol profesional y social; y
d.            Potenciar las relaciones de las instituciones y programas educativos entre sí y con la comunidad, promoviendo la mutua colaboración.


2.     MONITOREO

Si bien el origen del monitoreo está fundamentalmente ligado desde hace muchos años a la noción del control en el campo de la administración de organizaciones, su utilización como elemento indispensable en la aplicación y ejecución tiene una ubicación temporal relativamente reciente.
En las últimas décadas el uso del término monitoreo se ha asociado a la gestión de programas y proyectos en la fase de ejecución. En ese contexto se la ha concebido como el acompañamiento sistemático para comprobar la efectividad y eficiencia del proceso de ejecución de los proyectos y programas para identificar los logros y debilidades y recomendar medidas correctivas a fin de optimizar los resultados deseados.
Por nuestra parte concebimos el monitoreo como el proceso de recojo y análisis de información del desarrollo de los procesos pedagógicos, los programas y proyectos, identificando sus fortalezas y debilidades, para la toma de decisiones pertinentes. Las acciones de acompañamiento permiten asesorar y orientar a los docentes dentro de sus propios ámbitos, contribuyendo a la mejora de los procesos pedagógicos que conducen.

El monitoreo se constituye en un sistema de información que permite la evaluación interna de la gestión realizada, entendida como medida de autocontrol o autoevaluación orientada a comprobar si se sigue la dirección hacia la consecución de los objetivos planeados, comparando los objetivos realizados (estado actual) con los trazados (planificación) a través de diversas técnicas. Si se encuentran diferencias entre lo realizado y lo planificado se deben de efectuar medidas correctivas y éstas podrán hacerse en la medida que se conozcan las causas del desvío[1].
En su nivel más práctico, el MONITOREO es una acción por la cual una persona o equipo con determinadas calidades y cualidades ayuda a otras personas en el reconocimiento, tratamiento y solución de las dificultades y problemas de gestión educativa.
De lo expresado, podemos concluir que la supervisión y el monitoreo tienen como eje de su desarrollo el desempeño de los docentes en el aula, su capacidad para generar aprendizajes significativos en los estudiantes, así como el mejor aprovechamiento de los espacios y recursos  de aprendizaje.

3.    EL ACOMPAÑAMIENTO

El acompañamiento es el recurso pedagógico preferente para la formación profesional de los docentes, se basa en el intercambio de experiencias entre el acompañante y el acompañado sin distinción de niveles de jerarquía.
El acompañamiento implica poseer la capacidad para compartir y la disposición para establecer compromisos que nos ayuden a crecer juntos. Es un espacio de comprensión mutua donde se da y se recibe compañía, y se conversa con los demás sin prejuicios.
El acompañamiento puede adquirir diversas modalidades y utilizar múltiples estrategias, dependiendo de las características del contexto en el que se realiza.
La idea del acompañamiento se articula con los procesos de construcción de comunidades de aprendizaje, las cuales, concebidas como sistemas complejos, dejan atrás visiones clásicas y tradicionales que perciben al aprendizaje como un proceso mecánico constituido por relaciones lineales de causalidad cognitiva. Así, en una comunidad de aprendizaje se reconoce la dinámica del acompañamiento dentro de un todo interconectado de relaciones humanas.
Las personas que participan en las acciones de monitoreo y acompañamiento  muestran interacción auténtica, lo que requiere de confianza, respeto, tolerancia, igualdad, justicia, libertad, responsabilidad, autonomía y cooperación, creando relaciones horizontales en un ambiente de aprendizaje y de intervención pedagógica pertinentes al entorno de la institución.
La horizontalidad significa establecer relaciones reconociendo al otro como igual, pero sabiéndose histórica, cultural y cognitivamente diferentes. Participar en el ambiente comunitario, formar y sentirse parte de él, vivir todos los factores que interactúan en él, es crucial en la explicación y comprensión de los problemas profesionales y en la búsqueda de su solución.
Reconocer el carácter horizontal de las relaciones permite valorar cada una de las contribuciones hechas por los participantes en una comunidad de práctica y de aprendizaje. Se acompañan porque se está en el plano que sugiere la relación horizontal. La razón de su acompañamiento estriba en sus diferencias; son sus cualidades distintas las que permiten que tenga lugar. Si fueran personas muy semejantes, tal vez el acompañamiento carecería de sentido y no tuviera razón de ser. El acompañamiento, por lo tanto, no es fortuito; lo mueve la necesidad. Hay un vínculo que le da sentido, es la necesidad misma que no es monopolio de los que menos saben, sino de todos cuantos participan en ella.
Finalmente, el acompañamiento sistémico es congruente con la concepción compleja de desarrollo y de aprendizaje al considerar que estos procesos son más completos si se realizan en conjunto. En ello es fundamental la cooperación pedagógica y la comprensión del otro. Se coopera cuando se actúa sinérgicamente, porque operar juntos trae consigo la interiorización y ejecución de acciones inteligentemente comprometidas con la intención o propósitos de una comunidad.
El acompañamiento en la componente persona debe estar orientado a propiciar:
a.    La toma de conciencia en el conocimiento de lo que se sabe, de lo que falta por saber y de todo aquello que contribuya al mejoramiento profesional y personal. Pensar en voz alta, reflexionar junto con el otro y desarrollar habilidades metacognitivas son acciones que contribuyen a esa toma de conciencia.
b.    La emergencia de la autorregulación que permita a la persona gestionar su propio proceso de aprendizaje y pueda realizar cambios cuando mejor convengan. Esto se puede lograr a través de acciones como planificar, controlar, regular y supervisar los propios procesos mentales.
c.    Actuar con sentido estratégico para tomar decisiones, orientadas a la resolución de problemas personales y profesionales.
d.    La adopción del perspectivismo, según la cual todo conocimiento es relativo a un punto de vista determinado. A este campo se asocian acciones como ser empático, crear sintonía, compartir puntos de vista, aceptar la perspectiva del otro o trabajar de manera cooperativa (Pozo, 2001).


[1]: Rossi P, Freeman H. y Lipsey M Evaluation a Systematic Approach (1999),